La chalk paint o pintura a la tiza es, para los que aún no la hayáis descubierto, una de las grandes tendencias actuales en el floreciente universo de los aficionados al selfmade de la decoración y el bricolaje.
Se trata de una pintura de acabado mate y algo “empolvado” que recuerda al yeso o la tiza y que puede ser empleada tanto para pequeños trabajos de manualidades y decoración como para pintar grandes superficies y muebles. Es decir, la podemos usar para cosas tan diversas como decorar un jarrón de vidrio o cambiar nuestro suelo. No hay límites más allá de tu imaginación.
Entre los factores que más han influido en el gran éxito y expansión de la pintura a la tiza destacan su versatilidad y ese acabado un tanto vintage o näif que tanto nos gusta. Pero, sin lugar a dudas, lo que ha inclinado definitivamente la balanza a su favor ha sido… ¡nuestra haraganería! Y es que la chalk paint se puede utilizar sobre casi todo tipo de materiales sin ese trabajo previo que a menudo nos desmoraliza: adiós al engorroso lijado y decapado.
La pintura a la tiza tiene otras grandes ventajas, además de la facilidad en su empleo. Os ponemos algunos ejemplos:
- Hay una gran variedad de colores y los acabados que puedes darle son infinitos: ninguno, cera, betún, lija, golpeado a cadena… y todo lo que se te ocurra.
- Pinta sobre todo tipo de superficies (madera, suelos, paredes, metal, cristal, telas, etc.) y sin necesidad de trabajarlas antes.
- Es limpia y cómoda de usar, tanto con brocha como a rodillo.
- Seca muy rápido, por lo que no tendrás que esperar tanto tiempo para aplicar segundas manos y para ver el resultado final 😉
- Al ser muy densa, cunde mucho, por lo que resulta económica. Además, se puede disolver en agua y obtener así varios tonos con un mismo bote.
- Es medioambientalmente responsable y no desprende olor.
No obstante, y como no todo podía ser perfecto, sí que os recomendamos que para grandes muebles o superficies realicéis algún tipo de tratamiento, como cera o betún, que los proteja del desgaste propio del uso diario. Así no serán necesarios cuidados especiales: un simple trapo con agua jabonosa y ¡listo!
Os dejamos una pequeña galería de imágenes de trabajos realizados con pintura a la tiza para que os inspiréis:
¿Qué piensas?