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Recuerdos de viajes

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Lo confieso. Me encanta coleccionar recuerdos de viajes de todo tipo: piedras, postales, caracoles, entradas y un largo etcétera. Consecuencia de ello es que, a menudo, tengo estanterías tan llenas que parecen más bien una sección de saldos de un bazar. Pero, en fin, siempre es bonito recordar momentos hermosos y esos pequeños objetos son puentes hacia sensaciones.

Y vosotros os estaréis preguntando por qué os cuento todo esto en un blog que se llama CasasdeVerdad… Pues muy sencillo, porque al ver esta foto en MyDomus me he dado cuenta de que, en mayor o menor medida, todos utilizamos recursos decorativos que, en realidad, encierran siempre una historia que va más allá. ¿Nos enseñáis los vuestros?